20 de marzo de 2013

Pacasmayo


Luego de llegar a Trujillo y pasar Navidad con la familia decidimos emprender nuestra migración vacacional hacia el norte, el objetivo era llegar hasta Quito, pero el tiempo nos jugó en contra y tuvimos que dar media vuelta en Puerto Pizarro, Tumbes. Con este post quiero empezar a contarles sobre todos los lugares que pudimos visitar en esa semana. Empezaré con nuestra primera parada: Pacasmayo.

Mi niñez estuvo repartida en tres lugares, uno de ellos fue Pacasmayo, y de este puerto tengo bonitos recuerdos, por supuesto lo mejor de todo era el verano, tres meses sin colegio ─sí, antes eran tres meses de vacaciones─ en los que podía ir todos los días a la playa. Hoy puedo decir que Pacasmayo es un viejo conocido para mí y por este motivo no había planeado parar más que para saludar a la familia y comer unos chupetes de fruta con leche de los que les hablaré luego, además Pacasmayo tiene una playa muy concurrida y, a pesar que es una de mis favoritas, nosotros estábamos en busca de playas más tranquilas para pasar los días de vacaciones. Sin embargo, no pude resistir la invitación de mi prima para comer, y terminé quedándome dos días en este lugar ─los que han probado la comida del norte entenderán por qué me fue difícil partir sin antes comer─. Esos dos días aproveché para tomar algunas fotos e ir a la playa, y hoy aprovecharé la ocasión para contarles un poco de mi querido Pacasmayo.

Hubo un tiempo en que Pacasmayo fue uno de los puertos más importantes del Perú, su largo muelle con 540 metros y su gran estación de ferrocarril son mudos sobrevivientes de aquellos años. Esos tiempos ya pasaron, hoy Pacasmayo no es el gran puerto de antaño; sin embargo aún goza de gran acogida gracias a su balneario, especialmente para Año Nuevo y Semana Santa, fechas en que está lleno de visitantes. Y si son de los que han visitado varias veces la playa de Pacasmayo quizá se hayan dado cuenta de lo que sucede cuando sube y baja la marea, si no se dieron cuenta o si nunca fueron a Pacasmayo aquí les contaré de qué se trata.

En su mejor época los ferrocarriles entraban al muelle para cargar los barcos.

La playa

Cuando era niño la playa a la que íbamos era todo lo que abarcaba el malecón y a lo mucho llegábamos unas decenas de metros más al sur, hasta donde hay una peña, en esa época casi nadie iba hasta el faro. Ahora los tiempos han cambiado, la playa que está en el faro goza de mayor popularidad, a pesar de eso sólo he ido un par de veces en toda mi vida, lo que sí les puedo contar es que ésta es la preferida de los que practican tabla, bodyboard, windsurf y kitesurf.

En cambio, la playa del malecón la conozco muy bien, podría decir que es la única a la que podría ingresar sin ningún temor ─siempre hay que tenerle respeto al mar─ y justo porque la conozco bien hoy les quiero contar de algo curioso que sucede con cada marea.

Lo usual en todo el largo del malecón, y un poco más allá, es encontrar una playa de piedras, algunas tan grandes como un coco y otras pequeñas como un limón, luego una angosta franja de arena y después el mar, las olas son medianas y no hay que meterse muy adentro en el agua para notar que el mar se va haciendo profundo. Si la marea llega a subir mucho las olas pueden llegan a reventar al pie del malecón, esto generalmente ocurre por las noches.

Usualmente la playa de Pacasmayo es así de pedregosa.

Pero si vamos cuando hay marea baja encontraremos una playa totalmente distinta. El mar llega a retirarse hasta unos 50 metros desde el malecón, las piedras han desaparecido por completo y todo es arena, las olas son muy bajas y el mar no es profundo, tanto así que tranquilamente podemos entrar otros 50 metro mar adentro y el agua a lo mucho nos llegará a las rodillas.

Cuando baja la marea las piedras desaparecen y la playa es más amplia. De haber sabido que escribiría sobre esto enfocaba más a la izquierda.

Estos son los puntos extremos de esta singular playa, a veces arena pura, otras puras piedras. Sé que todas las playas del mundo cambian según la marea, pero el ingrediente extra, lo peculiar, el misterio sin resolver son las piedras que llegan a desaparecer por completo y esto casi siempre sucede durante la noche, así que una tarde dejas a la playa llena de piedras y al día siguiente desaparecieron o viceversa. ¿Y a dónde van las piedras cuando baja la marea? ¿Cómo es que regresan? Son buenas preguntas, para responderlas tengo algunas teorías: La primera es que las piedras son tapadas por la arena; pero no, donde estuvieron las piedras no queda nada, solo arena plana y pareja. La segunda es que las olas las arrastra mar adentro; pero al entrar al agua todo sigue siendo arena. Por último y creo que es la que mejor puede explicar este fenómeno es que cada cierto tiempo la municipalidad retira las piedras para limpiarlas y darles mantenimiento... no, lo último no lo dije en serio. En fin, hasta que descubramos la respuestas sigamos disfrutando de una playa diferente con cada marea.

Olvidaba un dato importante para que tengan cuidado, con marea baja el mar es poco profundo, el agua es cristalina y pueden ver donde pisan; sin embargo hay ocasiones en que a unos metros de la orilla se formar pozos, podría ser que estén caminando tranquilamente dentro del agua y al siguiente paso se hunden con el agua llegándoles hasta el cuello, no es peligroso si saben nadar; pero a veces el susto genera pánico y eso no es bueno. Lo que deben saber es que estos pozos no son muy extensos, unos cuantos pasos o pataleos más y nuevamente saldrán a la superficie en una especie de banco de arena.

Esto muestra lo que les explicaba en el párrafo anterior.

El puerto

Pacasmayo es un lugar con mucho movimiento y comercio, ha crecido en la periferia, y a pesar de eso la vida pasa sin apuros y hasta parece que el tiempo se ha detenido, basta decirles que ha cambiado poco, casi nada, desde el último verano completo que pasé allá en el 2004.

Al acercarnos a este puerto por la carretera, ya sea desde el norte o desde el sur, lo primero que encontramos son los campos de arroz llenos de verdor que contrastan con los arenales que los rodean, también desde lejos se divisa la fábrica de cemento y si es de noche sus luces encendidas nos brinda una vista espectacular.

De estos campos sale el mejor arroz.


El verdor del arroz contrasta con el árido desierto.

La fábrica de cemento.

La topografía de Pacasmayo es como una U, llegando del sur, la carretera va de bajada para entrar al puerto, y para ir al norte, nuevamente hay que subir, y así está distribuido el pueblo en parte alta, parte baja y nuevamente parte alta. La parte alta del lado norte aún no está muy poblada y allí también encuentra su extenso cementerio con una estatua de Cristo a la entrada de donde se tiene una bonita vista del muelle y el malecón.

Al fondo se ve el cementerio y la estatua de Cristo. Y sí, la foto está algo rara.

Hace unos 15 años aún se podían ver las grúas de carga en la punta del muelle.

En la parte baja está la avenida 28 de Julio con sus ficus formados en línea en toda su extensión, todos muy parejos. Esta avenida comienza en el Paseo de la Paz, un parque muy interesante, luego pasa por la antigua estación del ferrocarril y termina en el muelle, de aquí a la izquierda comienza el malecón que se extiende por más de 300 metros hasta terminar en el club Pacasmayo y la plaza Bolognesi, a lo largo del malecón encontrarán casas muy bonitas, algunas muy bien conservadas y otras casi en ruinas, también están dos de los hoteles más importantes y la plaza Grau que tiene como fondo unas escaleras que suben a la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe. A una cuadra de la iglesia está la plaza de armas, la única de todas las que conozco donde no hay iglesia, sólo hay casas, la municipalidad y el Banco de Crédito que, como decía mi abuelo, es la agencia del BCP más grande de todo el Perú, hay que aclarar que es más la grande proporcionalmente hablando dado que ocupa una manzana completa. De aquí nuevamente empieza la subida, algunas calles son tan empinadas que son un verdadero desafío al volante tanto para subir como para bajar por ellas.

Avenida 28 de Julio y sus ficus. Junto al malecón mis lugares preferidos para andar en bicicleta.

Antigua estación del ferrocarril, hoy casa de la cultura.

El malecón.

Lo que escribiré a partir de aquí es totalmente subjetivo pues me dejaré llevar por el cariño que le tengo a este lugar, y es que en Pacasmayo encontrarán las mejores humitas y tamales del Perú, en realidad las preparan en San Pedro de Lloc, capital de la provincia de Pacasmayo. No sé si habrá cambiado la manera en que anuncian y venden estos productos, pero cuando era niño, las señoras tamaleras venían de San Pedro con sus canastas de carrizo tejido y dentro los tamales y humitas envueltos con muchos manteles para que no se enfríen, las tamaleras solían anunciar su producto gritando con sus potentes voces: "humitas tamaaaleeeeee", y era allí cuando mi abuelo salía a comprarnos nuestra dosis de sabor. Los más ricos eran los de la señora Margarita ¿Qué será de ella?

Club Pacasmayo.

Iglesia de Pacasmayo.

De Pacasmayo y sus alrededores sale el mejor arroz, un arrocito tan sabroso que basta con agregarle sal y aceite para que salga rico y no importa si es del día anterior, igual se mantiene rico. Cuando vine a vivir a Lima no encontraba ningún arroz que me gustara y no me quedaba otra que pedir que me envíen mi saco de arroz de Pacasmayo.

Si van a Pacasmayo no pueden irse sin antes probar los chupetes de fruta con leche de Barrenechea, aquí les dejo la dirección: una tienda en una casa en la esquina de Jr. Washington con Jr. Espinar, y a que no pueden comer sólo uno...

Antigua Agencia de Aduanas. Hoy está abandonada y derrumbándose.

Un pescador entrenando pelícanos.


Modelo típico de casas en una de las calles de Pacasmayo.
Y como no mencionar a la Panadería Victoria y sus ricos panes, quizá existan panes más exquisitos y sofisticados; pero estos pancitos con pescado frito sarza de cebolla y café para el desayuno es de lo más simple y delicioso que se puede probar o simplemente una tradicional pastelada con mantequilla es suficiente para revivir mis viejos recuerdos de la infancia. Hoy en tiendas Metro podemos encontrar esas pasteladas en tamaño gigante las llaman con otro nombre: cachangas de Piura o algo así; pero en Pacasmayo las llamamos pasteladas.

Mejor aquí paro porque si no empezaré a aburrirlos contándoles todos mis recuerdos, y de esta manera termino la sección de gustos subjetivos.

En realidad no pensaba escribir tanto de Pacasmayo, pero me dejé llevar. Y para terminar les contaré que a pesar del calor el clima es fresco gracias al viento constante que corre en el lugar, hay buenos hoteles y hospedajes para quedarse, también encontrarán muy buenos restaurantes y no olviden probar los chupetes que les contaba. En esta ocasión no hay ninguna aventura con el auto, porque la ruta es más que fácil, simplemente seguir la carretera Panamericana 100 km al sur desde Chiclayo o 100 km al norte desde Trujillo.

Y así dejamos Pacasmayo luego de dos días de comer delicioso y recordar viejos tiempos, nuestro próximo destino era Chiclayo, el tiempo de viaje habitual es de hora y media, pero nosotros llegamos en casi 7 horas, en la próxima aventura les contare sobre los dos lugares visitamos (primero este, luego este otro) antes de llegar a La Ciudad de la Amistad.

Otros lugares para conocer cerca a Pacasmayo

  • San Pedro de Lloc, lugar de los mejores tamales y humitas del Perú, y donde vivió y termino sus días el sabio Antonio Raimondi, su casa ahora es un museo.
  • Guadalupe, donde encontrarán unos sandwich de pavo que no tienen comparación.
  • El Bosque de Cañoncillo con su desierto, oasis y zona arquelógica.
  • Jequetepeque, un pueblo muy limpio y pintoresco, aquí es donde se produce y envasa el yogurt Yoleit.
  • Complejo arquelógico de Pakatnamú, importante centro administrativo y ceremonial de la cultura Chimú.

Esta aventura continua aquí.

Puedes ver más fotos en el álbum de Facebook.


Por: Jorge David Cachay Salcedo

1 comentario:

  1. Excelente!!! descripcion de Pacasmayo; como buenos Pacasmayinos que somos no olvidaremos esta cuidad aunque vivamos lejos siempre lo recordaremos!!!! :)

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